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Trastornos de Procesamiento Sensorial

Introducción

Percibimos el mundo a través de nuestros sentidos y desde muy tempranas edades los niños muestran señales y actitudes que demuestran su deseo por usar esas sensaciones para manejar su cuerpo en los diferentes ambientes en que juegan, interactúan con otras personas y aprenden sobre la sociedad. Sin embargo, desde el siglo pasado investigadores como Jean Ayres han observado niños que presentan dificultades para adaptarse al ambiente, que son causadas por problemas en la forma en que el Sistema Nervioso Central procesa la información de los sentidos. Esto ocurre no solo en niños con condiciones especiales, sino también en individuos que llevan un desarrollo que a vista general se observa típico, pero que con una evaluación más detalla muestra señales de tener alteraciones. Para poder entender estos casos, es necesario repasar de forma general la ciencia que hay detrás del procesamiento sensorial y también las características y consecuencias de los trastornos de procesamiento sensorial. Este es un resumen de la conferencia de Retraso Motor y Procesamiento Sensorial impartida durante el Congreso Internacional de Neurociencias y Rehabilitación en el Curso de Vida organizado por la Universidad Santa Paula en noviembre del 2023. 

 

Procesamiento Sensorial

El procesamiento sensorial es la habilidad del individuo para detectar, modular, interpretar y organizar un estímulo (2,5,8,11,16), con el objetivo de reaccionar apropiadamente y generar respuestas adaptativas. Es un concepto muy similar al planteado por la Dra. Jean Ayres, que en 1972 estableció que la Integración Sensorial es proceso neurológico mediante el cual los humanos regulan la información sensorial de sus cuerpos y del ambiente, para usar sus cuerpos adecuadamente en el ambiente( 13). En otras palabras, es un proceso muy importante para poder responder de forma efectiva en el entorno (14), por lo cual es un componente indispensable para todas las actividades de vida diaria (12,14). Es parte del desarrollo normal y contribuye a la habilidad del individuo para autoregularse, interactuar socialmente y adaptar el comportamiento a diferentes situaciones (12,14). Diferentes autores han propuesto diferentes fases o etapas para explicar este proceso neurológico. La mayoría se concentran en cuatro principales (7): registro, modulación, discriminación y respuesta. 

 

El registro sensorial se lleva a cabo en terminaciones nerviosas conocidas como receptores (1). Estas estructuras responden a estímulos físicos o químicos muy específicos, cuyo resultado es una cascada de eventos que permiten determinar la intensidad, duración y calidad del estímulo (14). Algunos ejemplos de los receptores nerviosos son los conos y bastones en la retina del Sistema Visual (1), el huso muscular y el órgano tendinoso de Golgi del Sistema Muscular (1), así como los Corpúsculos de Pacini y las terminaciones libres en el Sistema Táctil (1). 


La modulación es la habilidad para notar, regular, graduar y reaccionar de forma apropiada a las experiencias sensoriales en la vida diaria (1,7,14). Jean Ayres en 1979 lo definió como el proceso de aumentar o reducir la actividad para mantener la harmonía con otras funciones del sistema nervioso. Es en esta etapa del proceso donde nuestro cerebro determina qué estímulos son relevantes y cuales no. La modulación de sensaciones permite al ser humano adaptarse a estímulos que son repetitivos y constantes (6), como la presión de la ropa sobre la piel. 

 

La discriminación sensorial que es la habilidad para poder distinguir entre dos estímulos (1). Esto es un proceso neurológico mucho más complejo de lo que parece (1), porque está influenciado por la experiencia y el estado psicológico (1), además que ocurre en todos los sistemas sensoriales (1) de forma simultánea y coordinada. La interpretación del estímulo es conocido por algunos autores como percepción sensorial (1,7,14) y para muchos es un proceso que actúa en conjunto con la discriminación. 

 

La respuesta es la forma en que respondemos ante los estímulos y requiere la interpretación y organización de la información (1,2,5,11,16). Esto involucra todo el proceso neurológico para caracterizar, diferenciar y discriminar las sensaciones. 

 

Sistemas Sensoriales


Cada uno de los sistemas sensoriales ha sido ampliamente estudiado por diferentes ramas de las neurociencias y aunque cualquiera de ellos puede presentar alteraciones, los científicos que han investigado sobre trastornos sensoriales se han concentrado principalmente en los sistemas vestibular, táctil, propioceptivo y más recientemente, interoceptivo. Particularmente porque desde los estudios realizados por la Dra. Ayres, se ha descubierto que las alteraciones en estos sistemas influyen considerablemente en las actividades de vida diaria de los niños. Particularmente los problemas vestibulares, táctiles y propioceptivos afectan el movimiento, la coordinación, el control motor y postural, provocando problemas de adaptación al ambiente (16).

 

A modo general se pueden mencionar algunas funciones importantes asociadas a cada sistema y así entender mejor sus efectos en las disfunciones del procesamiento sensorial. El Sistema Táctil ha sido asociado a la discriminación de objetos (20), esterognosia (20), esquema corporal (20), motora fina (20), recompensa, apego (6,20) y alimentación (6).  Desde los primeros meses de vida el tacto es indispensable para la formación de vínculos familiares (6,20), la evidencia clínica muestra la importancia a futuro en la salud mental y física del contacto que se realiza piel con piel con la madre y el resto del círculo familiar del bebé (17,20). El Sistema Vestibular brinda información sobre la posición del cuerpo (1,19), detecta movimientos circulares, angulares y de velocidad de la cabeza (1,19) y es un componente indispensable para el control postural (1,19). Desde los estudios de la Dra. Ayres en la segunda mitad del siglo XX se sabe que este sistema está íntimamente ligado a la coordinación bilateral del cuerpo (1,7,19). El Sistema Propioceptivo brinda información sobre la posición de las articulaciones (1), la frecuencia y tiempo de los movimientos1, la cantidad de fuerza realizada1 y la velocidad de la contracción muscular (1). Lo anterior permite a los científicos entender cada vez mejor su relación con la orientación especial y la calidad de los movimientos (1,19). El Sistema Interoceptivo brinda información sobre las sensaciones internas al cuerpo (1,18), por ejemplo: hambre, sueño, sed y saciedad. No se refiere únicamente a las sensaciones viscerales (18), pues es un proceso complejo que trabaja en conjunto con otros sentidos (18). Actualmente se sabe que está asociado a la forma en que categorizamos las experiencias (18) y es indispensable para la autoregulación (18). Gracias a los estudios realizados en esta área, expertos en Integración Sensorial están cada vez mejor capacitados para entender y tratar los trastornos asociados al control de esfínteres. 

 

Disfunción del Procesamiento Sensorial

 

La disfunción del procesamiento sensorial incluye un conjunto heterogéneo de síntomas que afectan la forma en la que el individuo utiliza la información sensorial para regular emociones, realizar actividades motoras, interacción social y funcionamiento en la vida diaria en la escuela, hogar y comunidad (12). La Dra. Ayres denominó estas alteraciones como “Trastornos de Integración Sensorial” (11) y en la mayoría de la literatura se considera una alteración del desarrollo asociado a la primera infancia (11).  Solamente se considera un problema si afecta con las actividades diarias del niño, o sea que tenga un impacto negativo en su interacción con la familia o sus pares, afecte su deseo de exploración, aprendizaje y juego, sus actividades de vida diaria o su rendimiento escolar (12). Los trastornos de procesamiento sensorial están asociados a una disminución en la participación social (8,11), problemas de autoconfianza (11) y autoestima (8), incapacidad para realizar ciertas actividades de vida diaria (8,11), disminución en las habilidades motoras (8). También están asociadas con problemas de conducta (8,11), atención (11), control de las emociones (8,11), así como alteraciones en el desarrollo motor (8) y cognitivo (8). Existen también estudios que explican su relación con trastornos alimentarios (2,11), incluyendo la lactancia materna (6). 

 

La prevalencia de este trastorno se calcula en 5 a 16% en la población general (3,6,7,12,14,19) y puede aparecer de forma idiopática (14), o sea sin una causa conocida.  En un 60 a 90% de los casos está asociado a otras alteraciones del desarrollo (12,17) como el Trastorno del Espectro Autista, el Trastorno de Deficit Atencional o el Trastorno del Desarrollo de la Coordinación. Entre un 39 y un 82% de los bebés nacidos pretérminos presentan también esta disfunción según los estudios más recientes (11,16). 

 

Actualmente existen dos formas de clasificar la disfunción del procesamiento sensorial: la Clasificación de Miller (1,7,11,14) y la Clasificación de Schaff (1,7,14). La Clasificación de Miller subdivide la disfunción en trastornos de modulación sensorial (SMD), trastorno motor de origen sensorial (SBMD) y trastorno de discriminación sensorial (SDD) (1,7,11,14). Los trastornos de modulación sensorial se subdividen en alteraciones asociadas a hiper-responsividad, hipo-responsividad y buscadores. Los trastornos motores de origen sensorial se subdividen en dispraxia y trastornos posturales. Los trastornos de discriminación sensorial pueden afectar los sistemas visuales, auditivos, táctiles, olfativos, gustativos, posición/movimiento o interoceptivos (1,7,11,14). La Clasificación de Schaff subdivide la disfunción en problemas de percepción sensorial pobre, déficit vestibular y de coordinación bilateral, somatodispraxia, problemas de reactividad sensorial (hiporeactivo o hiperreactivo) y visiodispraxia (1,7,14). Se puede observar que las clasificaciones se traslapan bastante entre ellas y dependiendo de la literatura que se utilice, se utilizan diferentes herramientas para categorizar en uno u otro grupo. La descripción detallada de cada uno de estos tipos va más allá del alcance de este documento, pero si es importante resaltar que ninguna de las clasificaciones define un protocolo de tratamiento, por lo que es necesario una evaluación exhaustiva del niño, su ambiente, su familia, sus intereses y sus retos actuales. Los terapeutas certificados en Integración Sensorial son los profesionales que cuentan con la capacitación y herramientas para realizar esa evaluación y determinar el tratamiento adecuado para cada condición. 

 

Conclusiones

Desde el 2012 se ha recomendado incrementar la evidencia en la efectividad de los tratamientos (13), por lo que organizaciones como CLASI (Collaborative for Leadership in Ayres Sensory Integration) constantemente impulsan la investigación y producción de evidencia científica que apoye y mejore los procesos de evaluación, tratamiento y recomendaciones a las familias de niños con trastornos de procesamiento sensorial. También son necesarios más estudios y educación a profesionales en salud para poder direccionar a los niños a los profesionales correctos. En los últimos años se ha generado gran cantidad de experiencia clínica en muchos lugares del mundo. El conocimiento teórico y práctico que se genera cada día ayuda también a demostrar que se debe prestar más atención, no solo a las condiciones de riesgo sino al ambiente donde los niños y niñas están creciendo actualmente. Todos los profesionales relacionados con el desarrollo infantil deben ser en mayor o menor medida conocedores de la importancia del movimiento en la primera infancia. El movimiento depende del procesamiento eficaz y eficiente de las sensaciones internas y externas del cuerpo. Por esta razón, se considera que el procesamiento sensorial debe ser parte del conocimiento básico en personas que interactúan con niños y niñas como parte de su desempeño profesional. 

 

 

Literatura consultada

1.     Bundy A, Lane S. Sensory Integration. Theory and Practice. Third Edition. F.A. Davis Company. 2020. 

2.     Chen, Y.-C.; Tsai,W.-H.; Ho, C.-H.;Wang, H.-W.;Wang, L.-W.; Wang, L.-Y.;Wang, H.-H.; Hwang, Y.-S. Atypical Sensory Processing and Its Correlation with Behavioral Problems in Late Preterm Children at Age Two. Int. J. Environ. Res. Public Health 2021, 18, 6438. https://doi.org/10.3390/ijerph18126438

3.     Crasta JE, Salzinger E, Lin M-H, Gavin WJ and Davies PL (2020) Sensory Processing and Attention Profiles Among Children With Sensory Processing Disorders and Autism Spectrum Disorders. Front. Integr. Neurosci. 14:22. doi: 10.3389/fnint.2020.00022. 

4.     Cunliffe L, Coulthard H, Williamson IR. The lived experience of parenting a child with sensory sensitivity and picky eating. Matern Child Nutr. 2022 Jul;18(3):e13330. doi: 10.1111/mcn.13330. Epub 2022 Feb 23. PMID: 35195333; PMCID: PMC9218328.

5.     Delgado-Lobete L, Pértega-Díaz S, Santos-Del-Riego S, Montes-Montes R. Sensory processing patterns in developmental coordination disorder, attention deficit hyperactivity disorder and typical development. Res Dev Disabil. 2020 May;100:103608. doi: 10.1016/j.ridd.2020.103608. Epub 2020 Feb 19. PMID: 32087509

6.     Freund-Azaria A, Bart O, Regev R, Bar-Shalita T. Does infant sensory responsiveness explain exclusive breastfeeding 6 months after birth?—a cohort prospective study. Transl Pediatr 2023;12(6):1063-1075. doi: 10.21037/tp-22-596 

7.     Galiana-Simal A, Vela-Romero M, Romero-Vela V, Oliver-Tercero N, García-Olmo V, Benito-Castellanos P, Muñoz- Martinez V & Beato-Fernandez L (2020) Sensory processing disorder: Key points of a frequent alteration in neurodevelopmental disorders, Cogent Medicine, 7:1, 1736829, DOI: 10.1080/2331205X.2020.1736829

8.     Jorquera-Cabrera S, Romero-Ayuso D, Rodriguez-Gil G, Triviño-Juárez JM. Assessment of Sensory Processing Characteristics in Children between 3 and 11 Years Old: A Systematic Review. Front Pediatr. 2017 Mar 30;5:57. doi: 10.3389/fped.2017.00057. Erratum in: Front Pediatr. 2017 Dec 12;5:266. PMID: 28424762; PMCID: PMC5371598. 

9.     Karcı, M., Gün N. (2023). The effects of physiotherapy program with ayres sensory integration therapy for a 3-years-old child with low muscle tone and speech disorder: A single case study. Fenerbahçe University Journal of Health Sciences, 3(1), 123-130. DOI: 10.56061/fbujohs.1199199

10.  Lane S, Mailloux Z, Schoen S, Bundy A, May-Benson T, Parham D, Smith Roley S, Schaaf R. (2019). Neural Foundations of Ayres Sensory Integration. Brain Sci. 2019, 9, 153; doi:10.3390/brainsci9070153

11.  Machado ACCP, Oliveira SR, Magalhães LC, Miranda DM, Bouzada MCF. SENSORY PROCESSING DURING CHILDHOOD IN PRETERM INFANTS: A SYSTEMATIC REVIEW. Rev Paul Pediatr. 2017 Jan-Mar;35(1):92-101. doi: 10.1590/1984-0462/;2017;35;1;00008. Epub 2017 Feb 20. PMID: 28977307; PMCID: PMC5417800. 

12.  Miller LJ, Schoen SA, Mulligan S, Sullivan J. Identification of Sensory Processing and Integration Symptom Clusters: A Preliminary Study. Occup Ther Int. 2017 Nov 16;2017:2876080. doi: 10.1155/2017/2876080. PMID: 29348739; PMCID: PMC5733937

13.  Morikawa Y, Taniguti M, Yasui M, Hirabayashi S, Yoshimura M, Hanaoka A. The Effects of Sensory Integration Therapy on Children with Neurodevelopmental Disorders. Asian J Occup Ther 19: 87−95, 2023

14.  Mulligan S, Douglas S and Armstrong C (2021) Characteristics of Idiopathic Sensory Processing Disorder in Young Children. Front. Integr. Neurosci. 15:647928. doi: 10.3389/fnint.2021.647928

15.  Nederkoorn C, Houben K, Havermans RC. Taste the texture. The relation between subjective tactile sensitivity, mouthfeel and picky eating in young adults. Appetite. 2019 May 1;136:58-61. doi: 10.1016/j.appet.2019.01.015. Epub 2019 Jan 18. PMID: 30664910.

16.  Ozgun K, Sahin S, Tonak H, Arlsan M, Kose B, Koray K. (2021). The relationship of motor development with sensory processing among infants born very preterm: a prospective case-control study. The Turkish Journal of Pediatrics 2021; 63: 855-866 https://doi.org/10.24953/turkjped.2021.05.013

17.  Schaffler MD, Middleton LJ, Abdus-Saboor I. Mechanisms of Tactile Sensory Phenotypes in Autism: Current Understanding and Future Directions for Research. Curr Psychiatry Rep. 2019 Dec 5;21(12):134. doi: 10.1007/s11920-019-1122-0. Erratum in: Curr Psychiatry Rep. 2022 Jun 18;: PMID: 31807945; PMCID: PMC6900204.

18.  Schmitt CM, Schoen S. Interoception: A Multi-Sensory Foundation of Participation in Daily Life. Front Neurosci. 2022 Jun 9;16:875200. doi: 10.3389/fnins.2022.875200. PMID: 35757546; PMCID: PMC9220286. 

19.  Takahashi E, Nitta O, Takaki K, Toba Y. Relationships between Gross Motor Abilities and Sensory Processing in Children Aged 18 to 36 Months. Phys Ther Res. 2020 Nov 25;24(2):106-111. doi: 10.1298/ptr.E10051. PMID: 34532205; PMCID: PMC8419476 

20.  Vega J, Suazo I. El Tacto: Tocar y Sentir. Primera Edición. RiL Editores. Universidad Autonoma de Chile. 2021.

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